viernes, diciembre 31, 2004

Balance

Hace dos horas ha empezado el último día del 2004

Porque sí, porque quiero, porque me da la gana, voy a hacer balance de lo que ha dado de sí este año.

El caso Carod, El señor de los anillos, el 11/03 que todavía colea, el PSOE vuelve al poder, las torturas en Irak, el Forum, el año Dalí, la boda real, Marlon Brando, las bodas gays, reelección de Bush, Yaser Arafat, el conflicto vasco, maremoto en Indonesia, el boicot al cava catalán... De todo y para todos los gustos.

Mi año particular parecía que empezaba bien... hasta que se jodió el 14/02. No me hace falta bucear en la hemeroteca, mis efemérides son sonadas. Creo poder afirmar que pasé los tres peores meses de mi vida, aunque el hecho de tener todo el tiempo del mundo para pensar ayuda a ver las cosas desde diversos ángulos. Lo que si puedo decir con toda solemnidad es que nunca he deseado tanto poder ir a trabajar... Increible pero cierto.

En un acto de dignidad, orgullo y autoestima sin precedentes, me deshice de lo negativo que tenía a mi lado. Claro que me costó nuevo número de teléfono, de móvil y si hubiese podido, hasta de casa.

Entre Abril y Agosto volví a mi "normalidad". Trabajo, casa, vida social... Aproveché para cerrar algunas puertas y se abrieron otras. He estrechado vínculos con personas maravillosas, peculiares, especiales y también he conocido "lo mejor de cada casa", por decirlo de forma suave...

He tenido la oportunidad (posiblemente única) de realizar uno de mis sueños. Hay más, muchos más, por cumplir.

Impaciecia. Impetuosidad. Irreflexión. Tres vocablos que me definen. Dos serían pocos, cuatro demasiado. Lo quiero todo. Ya. No suelo sopesar las consecuencias. Siempre luchando contra los molinos... Soy humana. Tengo mis días. Y una capacidad de recuperación a prueba de casi todo.

En Octubre me dejó alguien muy importante. Habría parado los relojes, como en la poesía de Auden. Quisiera tener poder sobre la muerte...

Ayer estuve en Punto. Fue solo un momento, pero pude entrar.

Profesionalmente hablando, ha habido de todo. He aprendido, y no por el libro de moda, que la adicción al trabajo no es saludable. Se anuncian cambios en el horizonte.

Supongo que el fiel de la balanza se inclina más hacia lo positivo. He llorado, pero he reído más. Y siempre me quedan mis sueños, fantasías e improbables.

...Quien sabe... tal vez algún día...