lunes, febrero 14, 2005

14-02-05

¿Qué es un acto de fe? Creer en lo increíble. El gato sin botas pero con bufanda y gorro polar me mira desde el altavoz y soy incapaz de saber lo que pasa por su cabeza. Han pasado 365 días desde la peor enajenación mental transitoria que he tenido. Porque ha habido unas cuantas, pero como esa, ninguna. ¿Quien me mandaba a mí salir a las tres de la madrugada de casa? El amor. Je! ¿Os acordáis? Como no vais a hacerlo, si tuvísteis que sufrir mis neuras a diario!

Cambiaron muchas cosas. Renovación interna y externa. Reducción del círculo social y ampliación del marítimo-virtual con percebes varios. Revivo de nuevo todo aquello. ¿Por qué? Quizá quedan resquicios, o enormes grietas por cerrar. Más ahora, cuando se enseñorea de mí el vacío. No es bonito sentirse sola en un día como este, en el que no he creído nunca. Un ataque de melancolía puedo permitírmelo de vez en cuando, ¿no? Es mi parte oscura, que sale sin poder evitarlo. Lucharé contra eso, pero mañana. Hoy me permitiré ser todo lo crítica y deconstructiva que quiera. Porque la vida se me hace cuesta arriba, porque pelear por mi espacio cada día es una losa tan pesada que necesito hacer un esfuerzo sobrehumano para no dejarla a un lado y tomar el atajo. Porque la venda irisada que llevaba ha caído y no me gusta lo que veo en la gente. La experiencia te vuelve más duro, es cierto, pero también menos tolerante con la estupidez humana y, por tanto, más solitario. Y, queramos o no, necesitamos al resto de la humanidad, sea estúpida, egocéntrica o, siemplemente, ella misma.

¿Y a quién necesito yo? a algunos que me han defraudado, a otros que me juzgan por lo que dicen terceras personas, a uno en concreto para el que nada significo pero no me veo con fuerzas de olvidar o sustituir; también necesito a los que me quieren sin pedir nada a cambio, a los que nunca van a defraudarme, a los que me apoyan sin juzgar si está bien o mal lo que hago.

De la banda sonora de Tacones lejanos, que es de Sakamoto pero esta en concreto la canta Luz Casal:

Piensa en mí, cuando sufras,
cuando llores, también, piensa en mi
cuando quieras quitarme la vida
para nada, para nada me sirve sin ti.

¿Veis? Ya ha pasado San Valentín. Si es que todo pasa.