jueves, febrero 17, 2005

17-02-05

En un país multicolor... traralala traralala seremos como abejitas, que no abejorros, posándonos de flor en flor, surcando el cielo azul, con mi gorro y con mi zorro... uisss, creí ver un lindo gatito o acabo de tener un lapsus. ¿la locura es congénita? Pues no. Soy un claro exponente de ello; a mis progenitores jamás les ha dado por estas barbaridades de prosopopeya y mirad como les he salido. Si ya me decían de retaquillo que no tenía remedio. Kumba, rojilla, con un humor más negro que el de las películas de Sam Spader y drogadicta de los libros. Una joya vaya. Al menos tengo claro lo que soy, o algunas de las cosas que puedo ser, que no es poco.

Hipnotizada por las notas que desgrana el steinberg, porque no puede ser de otra forma, mantengo conversaciones insustanciales sobre mujeres serpiente, mientras mi mente anda por otros derroteros menos físicos y más espirituales.

Qué alegría, qué alboroto, otro perrito piloto!!!! Aka y yo hemos tenido el inmenso placer de poder "charlar" con nuestro "niño" en Leeds. Nunca sabes del cierto lo que puedes llegar a echar de menos a alguien hasta que se va lejos. Loemos al cielo por la telaraña interplanetaria que nos permite comunicarnos a intempestivas horas.

Yo a lo mío, que ya no sé por donde iba. Un día de estos incendiaré el inmueble entero con mi manía velatoria, pero es que dan un aire tan bonito a la casa... incluso atemperan ligeramente el frío que corre por aquí. Es como estar en el país del nunca jamás. Un poco de polvo de estrellas y eureka! me convierto en Campanilla, claro que ella no necesita aderezos, se cayó en el caldero de pequeña, como Obelix, aunque sería grotesco verle volar transportando mehires.

Creo que la mezcla de ulmaria, cola de Caballo, boldo y tomillo tiene efectos perniciosos.