martes, mayo 17, 2005

17-05-05

how can you mend a broken heart... se pregunta Al Green y antes que él los Bee Gees, aunque las voces aflautadas no sean precisamente maná para los oídos. Cómo se puede reparar un corazón roto? Buscando recambio, está claro. El dónde ya se verá. Un clavo saca otro clavo y el mar está lleno de peces, o eso es lo que cuentan los entendidos. Utopías de ayer y hoy para frenar el discurso lacrimoso del que ha perdido o ha dejado perder esa parte que le complementaba, que ya sabemos que no todo el monte es orégano, ni poleomenta ni siquiera romero.

...Y la lluvia arrastra con ella los pesares. A mí me gusta que llueva. El olor que queda después hace que recupere la energía. Mi amado mar, el cesped, los árboles... no digamos si llueve interiormente. Regenera cuerpo y mente.

Os recomiendo el Raimat Abadia blanco del 2002. Es para tenerse en cuenta. Ducha, cambio de ropa, una copa de este caldo, música de fondo y el eterno cigarrillo en los labios.

Qué más necesita mi humilde persona para ser feliz? No, no voy a poner lo que quiero para mi cumpleaños ni mi próxima lista de reyes. Demasiado materialismo.

Deseo lo imposible y lo inalcanzable. Los secretos del universo, la inmensidad, el rielar de la luna sobre el mar y dos palabras. Una noche conversando con la esfinge, la magia de los druidas, el amor de un vampiro y la luz de una estrella. La inspiración suprema, el canto de la sibila, los espíritus totémicos y la música de los planetas. Todo eso y más.

Soñando... quizá es posible alcanzar lo que deseamos...