sábado, mayo 21, 2005

21-05-05

Y como no hay dos sin tres, ni conmiseración que se le resista, prosigamos flagelando con palabras el ignominioso mundo de los humanos. Qué mal lo hacemos! Esperamos un angel y nos toca enfrentarnos con las huestes del averno. Mala suerte. Toca ponerse la armadura, el tapacubos por escudo y el embudo por sombrero, que siempre podemos trocar por capirote de papel y convertirnos en almirantes de un barco fantasma plagado de piratas, siempre dispuestos a pasarte por la quilla, sin olvidar que, si sobrevives a eso, abajo te esperan los tiburones.

Somos capaces de acabar con todas las reservas, ya sean forestales,de paciencia, de ozono o las del banco federal. Y luego quejarnos de cómo está el mundo...

Surge una duda intrínseca en mi pequeño cerebro. Cómo diantres se transforma un fichero ape a mp3? Porque ya sé descomprimir .zip .rar .ace pero esto es nuevo; así como voy a escuchar a Bach y sus variaciones Goldberg? Cada vez se complica más la cosa, como aparcar en la ciudad. Entre zona azul y zona verde... Lo único que cuenta es sacarles más pasta a los contribuyentes? Qué asco de ayuntamiento!

Eso si, que no arreglen los baches que hasta les coges cariño de tanto esquivarlos a diario.

Ayer, conversando con un gran orador, debatíamos sobre la posibilidad de volver al pasado. Recuperaríais el vuestro o lo más práctico es no anclarse en él? Como decía Marisol, volver la vista atrás es bueno a veces pero mirar hacia delante es vivir sin temor? El incomparable Glenn Miller ataca de nuevo y se me va la mente por otros derroteros. Por asociación de ideas recuerdo que hace poco pedía un Big Band que me hiciera despertar de la apatía. Por qué se me ocurriría desear eso? Nefasta idea. No es un Big Band, nooooo, es todo un señor agujero negro con kilómetros de diámetro que engulle todo lo que puede y siempre pide más! Con lo calmadita que estaba...

Mi fase rem me juega malas pasadas. Hasta sueño a mis compis de trabajo en fase etílica avanzada, con lo recatadas que son ellas...

Hoy me siento más salmón que nunca, nadando a contracorriente.