sábado, mayo 07, 2005

7-05-05

Canción de amor para un vampiro...

Parte de la letra dice: Once I had the rarest rose... Una vez tuve una rara rosa que creía no iba a florecer nunca más. El cruel invierno enfrió el brote y robó también pronto mi flor.

Es bonito. Últimamente pienso en vampiros. Lo provoca tanta vigília nocturna. Y eso me recuerda otra canción, esta vez sobre la inmortalidad. Who wants to live forever? Quién quiere vivir para siempre? Para qué? Si, total, por muchas vidas que viviera, jamás aprendería sobre lo que tengo que aprender. Claro que la inmortalidad trae consigo el pack de supervivencia. Saber que no vas a morir nunca (quitando las estacas, el sol, que te corten la cabeza o te incineren) y, en cambio, ver morir a todos tus seres queridos, uno tras otro, debe endurecer al más sensible.

No hay oportunidad para nosotros, todo está decidido para nosotros... Quién se atreve a adorar para siempre cuando amor debe morir...

Extiende, mi vampiro, tus alas, y vuélvete a la oscuridad. Las heridas sanarán con la luz del día y solo permanecerán en el recuerdo el intenso calor de tu mirada, los silencios encontrados y los sueños tranquilos. Despunta la aurora y en ella recupero la razón perdida. Yo te destierro, mi angel caído. Te condeno a vagar eternamente sin reposo y sin amor. Venceré a la sombra que se abate sobre mí. Renovaré el juramento sobre tu tumba y rayos flamígeros brotarán para borrar tu presencia de este mundo, rompiendo el hechizo al que me tienes sometida.

Por si alguien lo dudaba, soy una criatura de luz infiltrada entre las huestes de las tinieblas. Pero... shhhhh.... guardad silencio y mantened mi secreto.

Qu’est ce que tu crois?