viernes, mayo 06, 2005

6-05-05

Me cuesta llorar. No suelo hacerlo ni cuando debo. Está tan asumido eso de ser fuerte que... para qué. Así que sólo me concedo un par de minutos. No más.

Me siento toys 'r' us. Y no me gusta.

Bonito día he ido a escoger. Claro que sólo a mí se me ocurre sentirme así en viernes. Si es que tengo el don de la oportunidad. Y otra vez con los oportunismos.

Mi pianista ya no será lo mismo. Suele pasar cuando compartes. Mejor atesorar los bienes propios para que sigan siéndolo. Se impone un cambio de música. Algo así como Brahms, Beethoven o Tchaikovsky (la patética no, por dios, o buscaré la baticao para suicidarme a falta de minipimer). Contundente, rápido y lo suficientemente escandaloso para que las neuronas bailen y no piensen.

Finalizada la etapa noctívaga radical, volveremos a los buenos hábitos que hasta ahora me caracterizaban. Mañana bien pronto a la playa, para que Lorenzo me cargue las pilas, que ya está bien de parecer un gráfico de la situación del gobierno.

Crónica en viernes y a primera hora de la noche... esto no es sano.